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3 abril 2022

TESTIGOS DE LA MAJESTAD DE DIOS

1 JUAN 1-4 y 2 PEDRO 1:16-18


Oído, visto, contemplado y palpado son las experiencias irrefutables de Juan para hablar del testimonio de Jesús. El recalca que no se lo contaron, sino que con sus propios ojos y manos vio y palpó que Jesús era real. Jesús [la vida] fue manifestado, es decir fue oído, visto, palpado y contemplado como alguien que vino del Padre y habitó entre nosotros. Esto es fundamento para anunciar el evangelio y también un testimonio indestructible.

La idea de Juan es que los lectores tengan la misma experiencia que él tuvo y que su gozo y alegría se cumplan.

Cuando Pedro dice que no hablan de Cristo con inventos manipulables, sino como testigos oculares de su poder y de su venida de haber visto con sus propios ojos su majestad. También abunda en que escucharon la potente voz de Dios que hizo una definitiva diferencia entre los apóstoles y los profetas al decir que a quien debemos oír es a Jesús.

Cuando Juan escribe apocalipsis y se introduce como el emisor del documento envía saludos personales y de parte de Jesucristo a quien llama EL TESTIGO FIEL, primogénito, soberano, quien nos amó y lavo los pecados con su sangre y nos hizo reyes y sacerdotes (Ap 1:5-6).

Según Strong el testigo es uno que testifica de la verdad que ha experimentado, que tiene conocimiento de un hecho y puede dar información concerniente a el (Strong #3144). El testigo no puede modificar las cosas que oyó, vio, contemplo, y palpo. No puede por la emoción de la majestad de Dios decir más de la cuenta. Dios aborrece al testigo falso que habla mentiras (Éxodo 20:16 y Prov 6:19).

Los testigos fieles llegaron a dar sus vidas por su testimonio por lo que la palabra original mártir llego a ser sinónimo de aquellos que mueren por testificar la verdad. Esteban es uno de los muchos que en el siglo 1 tuvieron que morir por no claudicar

Pedro relata de forma fidedigna en su segunda carta los acontecimientos ocurridos en el monte de la transfiguración donde junto a Juan, Jacobo, Moisés y Elías oyó claramente la respuesta del padre ante su infantil sugerencia de hacer tres enramadas que Jesús es la voz autorizada para ser oído. (Lucas 9:27-36).

Finalmente, Jesús mismo antes de irse dijo que usted y yo recibiríamos poder de lo alto para ser sus testigos en todo el mundo iniciando por casa. Diles a otros de tu experiencia del nuevo nacimiento. No calles, habla la verdad sin inventar sucesos o experiencias. No hables por otro, suelta tu testimonio en Jerusalén (tu casa, tu familia), Judea (tus vecinos, amigos, colegas, compañeros de estudios, trabajo, etc.), Samaria (los enemigos, desconocidos, extraños, etc.) y lo último de la tierra (a todos sin excepción en cualquier lugar donde estemos).


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